Una nueva terapia podría mejorar la respuesta a la leucemia linfoblástica aguda infantil
El grupo de Desarrollo y Enfermedades Linfocíticas del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, liderado por la Dra. Maribel Parra, ha identificado una nueva combinación de fármacos que permite mejorar el pronóstico de un tipo muy agresivo de leucemia pediátrica caracterizada por una mala respuesta a la terapia convencional. La estrategia terapéutica propuesta por el equipo de investigadores reduce la agresividad de las células leucémicas y hace que respondan mejor a la quimioterapia basada en glucocorticoides.

La leucemia linfoblástica aguda con origen en las células pro-B (pro-B-ALL, por sus siglas en inglés) es el tipo más frecuente de leucemia en lactantes y se caracteriza por la presencia de linfocitos B inmaduros en la médula ósea. Aunque en general la supervivencia es elevada, uno de cada diez casos presenta una alteración en los cromosomas, codificada como t(4;11), que hace que los pacientes presenten recaídas y la supervivencia caiga por debajo del 40%. Si bien la incorporación de nuevas estrategias terapéuticas basadas en la inmunoterapia ha mejorado su pronóstico, todavía estamos lejos de ofrecer una solución efectiva para los 500 niños menores de un año que la padecen anualmente en Europa.
La investigación, encabezada por el Dr. Oriol de Barrios y con la colaboración de grupos de investigación de los Países Bajos, Italia, Alemania y el grupo del Dr. Pablo Menéndez, también del Instituto Josep Carreras, acaba de demostrar que cantidades insuficientes de la proteína HDAC7 en las células leucémicas son determinantes en el mal pronóstico de esta enfermedad. Así, proponen una nueva terapia basada en los fármacos MI-538 y chidamida, capaces de aumentar la expresión de HDAC7 dentro de las células leucémicas, lo que mejora su maduración, reduce su agresividad y aumenta su sensibilidad a la quimioterapia convencional.
Los resultados, publicados recientemente en la revista especializada Biomarker Research, se han obtenido gracias al uso en el laboratorio de células derivadas directamente de pacientes con leucemia pro-B-ALL t(4;11) y también en modelos de ratón, siempre en experimentos de carácter preclínico. En estas condiciones, cuando se añade MI-538 y chidamida al tratamiento, se reduce el potencial leucémico de las células y se retrasa la aparición de posibles recaídas.
El Dr. de Barrios remarca que “los resultados del estudio pueden contribuir a mejorar el pronóstico de los lactantes diagnosticados con pro-B-ALL y alteración t(4;11)” y añade que “mediante la combinación de estos fármacos en la primera línea de tratamiento, se podrían reducir las dosis de terapia convencional, disminuyendo así la posible aparición de efectos secundarios y mejorando la calidad de vida de los pacientes y de sus familias”.
Este estudio a recibido financiación por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, la Generalitat de Catalunya, la Deutsche José Carreras Leukämie Stiftung, el programa de fondos europeos Fight Kids Cancer y la Fundación Cris Cancer. No se han usado herramientas de IA generativa en la elaboración de este texto.
Artículo de referencia: de Barrios O, Ocón-Gabarró I, Gusi-Vives M, Collazo O, Meler A, Romecín PA, Martínez-Moreno A, Tejedor JR, Fraga MF, Schneider P, Bardini M, Cazzaniga G, Marschalek R, Stam RW, Bueno C, Menéndez P, Parra M. “HDAC7 induction combined with standard‑of‑care chemotherapy provides a therapeutic advantage in t(4;11) infant B‑cell acute lymphoblastic leukemia”. Biomark Res 2025; 13:99 doi:10.1186/s40364-025-00810-1.