Un nuevo estudio aboga por la revisión de las guías de Síndromes Mielodisplásicos
Un equipo dirigido por los doctores Francesc Solé y Oriol Calvete, del Instituto de Investigación Contra la Leucemia Josep Carreras, ha descubierto que diferenciar las mutaciones de la línea germinal -aquellas que llevamos desde el nacimiento- de las mutaciones somáticas -las que aparecen a lo largo de la vida- es algo más complejo de lo que indican las actuales guías para la identificación de síndromes mielodisplásicos con predisposición germinal, por lo que recomiendan hacer una revisión.
Los síndromes mielodisplásicos son una enfermedad maligna que afecta al correcto desarrollo de las células sanguíneas en la médula ósea. Los síntomas incluyen fatiga, anemia y defectos inmunitarios y, si no se tratan adecuadamente, pueden evolucionar hacia una leucemia aguda, una enfermedad aún más grave. La causa subyacente de un síndrome mielodisplásico es la presencia de mutaciones, cambios en el ADN, que afectan a genes críticos que impulsan el correcto desarrollo de las células sanguíneas.
Las mutaciones se van produciendo en las células periódicamente y, por ello, son más frecuentes en personas mayores. Por esta razón, la mayoría de los síndromes mielodisplásicos aparecen en personas mayores de setenta años. Sin embargo, todos llevamos mutaciones en nuestro ADN desde que nacemos. Estas mutaciones se llaman mutaciones de la línea germinal y pueden influir en nuestra predisposición a desarrollar síndromes mielodisplásicos si afectan a genes críticos. Distinguir las unas de las otras supone una gran diferencia en términos de tratamiento y resultados para los pacientes.
Las guías actuales apuntan que las mutaciones de la línea germinal son las principales responsables de los diagnósticos precoces, normalmente en pacientes menores de 50 años, mientras que las que aparecen en edades más avanzadas corresponderían a la acumulación de las denominadas mutaciones somáticas. Es por ello que actualmente solo se recomienda realizar pruebas para detectar mutaciones de la línea germinal en personas diagnosticadas antes de los 50 años.
Un segundo parámetro utilizado por las guías es la abundancia relativa de una mutación en el organismo. Las variantes de la línea germinal tienden a estar presentes en todas las células del cuerpo, porque aparecen durante el desarrollo embrionario y están ahí desde el principio, mientras que las mutaciones somáticas aparecen en una célula en un punto de la vida del paciente y se expanden desde entonces. Como norma general, cuando abundan más del 30% se consideran de línea germinal por defecto y se tratan en consecuencia.
Sin embargo, una nueva investigación sostiene lo contrario. En el Instituto Josep Carreras, un equipo dirigido por el Dr. Francesc Solé y el Dr. Oriol Calvete estudió una cohorte de 168 pacientes diagnosticados de síndromes mielodisplásicos y descubrió que las mutaciones de la línea germinal pueden ser responsables de la aparición de un síndrome mielodisplásico prácticamente a cualquier edad, lo que confirma pruebas que se habían presentado con anterioridad.
Su investigación, publicada en el British Journal of Haematology junto con compañeros del Instituto de Investigación Lerner de Ohio (EE.UU.), demostró que es difícil diferenciar las mutaciones germinales de las somáticas solo por la edad de aparición, el riesgo asociado o la abundancia relativa y, por tanto, aboga por que se realicen pruebas de detección de mutaciones germinales a todos los pacientes, independientemente de su edad, para optimizar su manejo clínico.
Artículo de referencia:
Oriol Calvete, Julia Mestre, Arda Durmaz, Carmelo Gurnari, Jaroslaw P. Maciejewski, Francesc Solé. “Are the current guidelines for identification of myelodysplastic syndrome with germline predisposition strong enough?”. British Journal of Haematology, 30 Jan 2023 https://doi.org/10.1111/bjh.18676