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Nuevas características moleculares asociadas a un peor pronóstico de los síndromes mielodisplásicos con cariotipo normal

17 de febrero de 2023

En una reciente publicación en la revista eJHaem, un equipo de investigadores del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras ha aportado pruebas que avalan que la presencia de las denominadas "regiones de homocigosidad" en el genoma de pacientes con síndrome mielodisplásico sin anomalías cromosómicas detectables da lugar a un peor pronóstico, especialmente cuando estas regiones superan las 25 megabases.

Nuevas características moleculares asociadas a un peor pronóstico de los síndromes mielodisplásicos con cariotipo normal
Nuevas características moleculares asociadas a un peor pronóstico de los síndromes mielodisplásicos con cariotipo normal

En la última década se ha observado entre la comunidad clínica un uso creciente de metodologías moleculares de vanguardia para ayudar en el diagnóstico y la evaluación del riesgo de los síndromes mielodisplásicos. Existen pruebas sólidas de que tener en cuenta la información molecular mejora la estratificación de los pacientes y ayuda a seleccionarles el mejor tratamiento en el manejo clínico.

Actualmente los estándares de oro para clasificar y evaluar el riesgo de síndromes mielodisplásicos son el IPSS-R y el IPSS-M, y este último incluye información molecular del paciente. Ambos sistemas dependen en gran medida de la información citogenética, es decir, del aspecto de los cromosomas al microscopio.

La citogenética clásica sigue siendo un método potente, ya que muchos tumores presentan reordenamientos cromosómicos a gran escala que pueden verse al microscopio, pero casi el 50% de los síndromes mielodisplásicos muestran una configuración cromosómica "normal" y, por lo tanto, se clasifican como de "cariotipo normal", independientemente de si presentan alteraciones demasiado pequeñas para ser detectadas por estos medios clásicos. Estas alteraciones más pequeñas pueden ponerse de manifiesto mediante el uso de metodologías moleculares y, cuando se tienen en cuenta, el número de síndromes mielodisplásicos con cariotipo normal puede reducirse hasta el 20 o el 30% de los casos.

Recientemente, un equipo liderado por la Dra. Mar Mallo, investigadora del grupo de Síndromes Mielodisplásicos del Instituto Josep Carreras y responsable de la unidad de Microarrays del centro, ha identificado una característica cromosómica, no visible al microscopio pero detectable mediante el uso de tecnologías modernas de microarrays, que tiene un alto impacto en el pronóstico de estos síndromes: la presencia de regiones de homocigosis.

Estas regiones se refieren a cuando una persona hereda exactamente el mismo fragmento de un cromosoma de ambos progenitores: heredamos una copia para cada uno de nuestros 23 cromosomas de nuestro padre biológico y otra copia de nuestra madre biológica, y ambas copias suelen ser ligeramente diferentes. Estas regiones idénticas se denominan "homocigotas" y si resultan ser portadoras de una versión anormal de un gen importante, el portador puede tener una predisposición genética a desarrollar una enfermedad concreta.

En el estudio de la Dra. Mallo y sus compañeros nacionales e internacionales, publicado en una de las revistas oficiales de la Brittish Society for Haematology, eJHaem, la presencia de tales regiones de homocigosis en un conjunto de 163 casos se asoció estrechamente con el desarrollo de leucemia mieloide aguda y una menor supervivencia global en pacientes con un síndrome mielodisplásico diagnosticado con cariotipo normal. La asociación era mayor cuando las regiones tenían más de 25 megabases de longitud. El trabajo fue un esfuerzo conjunto con investigadores internacionales de Austria, Francia, Taiwán, Alemania, Reino Unido, Italia y España.

Si se incluyen en la práctica clínica, estos resultados pueden ayudar a evaluar el riesgo asociado a un síndrome mielodisplásico con cariotipo normal y orientar el tratamiento clínico de los pacientes, mejorando las posibilidades de supervivencia a largo plazo y su calidad de vida.

Artículo de referencia:

Mar Mallo, Heinz Tuechler, Leonor Arenillas, Sophie Raynaud, Thomas Cluzeau, Lee-Yung Shih, Chiang Tung-Liang, Christina Ganster, Katayoon Shirneshan, Detlef Haase, Martí Mascaró, Laura Palomo, José Cervera, Esperanza Such, Nicola Trim, Sally Jeffries, Emma Ridgway, Giovanni Marconi, Giovanni Martinelli and Francesc Solé. “Regions of homozygosity confer a worse prognostic impact in myelodysplastic syndrome with normal karyotype”. 07 February 2023 https://doi.org/10.1002/jha2.651



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